¿Quieres llevar una alimentación saludable pero no sabes por dónde empezar?
No te preocupes, en este post te ofrezco 10 sencillas pautas que te ayudarán a mejorar tus hábitos alimentarios y cuidar de tu salud.
Aprenderás a elegir los alimentos adecuados, controlar las porciones, mantener una hidratación adecuada y mucho más. ¡No te lo pierdas y sigue leyendo!
Muchas veces queremos cuidarnos y nos complicamos con lo que NO podemos comer cuando en realidad el secreto está en comer de todo, pero bien estructurado. Lo más sencillo es centrarse en estas 10 pautas esenciales y muy básicas que te dejo a continuación:
1. Incluye una variedad de alimentos:
Es importante incluir en nuestra dieta alimentos de diferentes grupos para obtener los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, mientras que los granos enteros proporcionan fibra y carbohidratos complejos que nos brindan energía. Las proteínas magras, como el pollo, pavo, pescado, legumbres y nueces, nos proporcionan aminoácidos esenciales para la reparación y el crecimiento del tejido corporal. Las grasas saludables, como las encontradas en el aceite de oliva, aguacate y nueces, son importantes para la salud del corazón y el cerebro.
2. Limita los alimentos procesados:
Los alimentos procesados suelen estar cargados de calorías, grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos. Estos alimentos pueden ser convenientes, pero no son saludables para nuestro cuerpo a largo plazo. En su lugar, opta por alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Además, es importante leer las etiquetas de los alimentos y elegir productos con ingredientes simples y sin aditivos artificiales.
3. Controla el tamaño de las porciones:
Comer porciones más grandes de lo necesario puede llevar a consumir más calorías de las que nuestro cuerpo necesita, lo que puede provocar un aumento de peso y otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Para controlar el tamaño de las porciones, es importante utilizar platos y tazones más pequeños, medir los alimentos y evitar comer directamente del envase. También es recomendable comer despacio, saboreando cada bocado, y detenerse cuando se sienta satisfecho en lugar de sentirse completamente lleno.
4. Bebe suficiente agua:
El agua es esencial para una buena salud. Ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado, ayuda en la digestión y en la eliminación de toxinas. Se recomienda beber al menos ocho vasos de agua al día, pero la cantidad de agua que necesitamos varía según la edad, el sexo, el nivel de actividad y el clima. Además, se debe evitar las bebidas azucaradas y con cafeína, ya que pueden contribuir al aumento de peso y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
5. Limita el consumo de grasas saturadas y trans:
Las grasas saturadas y trans pueden aumentar el colesterol malo en la sangre y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Limita el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, como carne roja, queso y mantequilla. Las grasas trans se encuentran en alimentos procesados y fritos, como la margarina y las comidas rápidas, por lo que es importante limitar su consumo y optar por grasas saludables.
6. Reduce el consumo de sal:
El exceso de sal puede aumentar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Trata de limitar el consumo de alimentos procesados y enlatados que contienen altos niveles de sodio. En su lugar, utiliza hierbas y especias para dar sabor a tus comidas.
7. Come en horarios regulares:
Comer regularmente y en horarios fijos puede ayudar a mantener un equilibrio adecuado de nutrientes en nuestro cuerpo y regular nuestro metabolismo. Trata de comer tres comidas principales y dos meriendas saludables al día.
8. Limita el consumo de alcohol:
El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedades hepáticas, cáncer y otros problemas de salud. Si decides beber, hazlo con moderación y limita el consumo a una o dos bebidas al día.
9. Controla la ingesta de azúcar:
Los alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar pueden contribuir al aumento de peso y al desarrollo de caries dentales. Trata de limitar la ingesta de azúcares añadidos en tu dieta y opta por fuentes naturales de dulzor, como frutas.
10. Haz ejercicio regularmente:
Junto con una alimentación saludable, el ejercicio regular puede ayudar a mantener un peso saludable, mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Trata de hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
En resumen, llevar una alimentación saludable no tiene por qué ser complicado ni aburrido. Con estas 10 pautas sencillas, podrás mejorar tus hábitos alimentarios (lincar con post 3 hábitos que debes adquirir para tener una vida sana) y cuidar de tu salud de una manera efectiva y duradera. Recuerda que cada pequeño cambio que haces en tu dieta puede marcar la diferencia, así que no te desanimes y sigue adelante.
¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
Empieza por la que más fácil te resulte.
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Recuerda que si te sientes perdida, quieres dar un cambio y aprender sobre nutrición y cómo llevar una buena alimentación para ti y los tuyos, PUEDO AYUDARTE
